viernes, 27 de mayo de 2016

Solo una firma

Cali, 27 de mayo de 2016



La crisis de medicinas en Venezuela ha escalado de manera vertiginosa en los últimos meses. Desde el 2015 se han hecho denuncias importantes de muertes de neonatos en centros hospitalarios, lo cual ha ido escalando hasta ahora . Todo esto porque en estos servicios de salud, tanto públicos como privados, no hay los insumos requeridos para atender las necesidades de los pacientes. Ya desde hace más de un año se han realizado denuncias acerca del deterioro progresivo del hospital de niños más importante del país: J.M de los Ríos. Desde Cecodap se interpuso una demanda, a principios del año en curso, para solicitar Medidas de Preventivas Anticipadas de Protección para los niños, niñas y adolescentes, en cuanto al tema de la escacez de medicinas. El Tribunal negó la medida y la apelación por considerarla fuera de lugar y sin pruebas. 

Pero la realidad se impone, muchas veces de formas dolorosas. Y  pese a la insistencia del gobierno de utilizar la mentira instucionalizada, como una forma de violencia política que intenta modificar la realidad con fines gubernamentales, las muertes de niños comienzan a hacerse evidentes. Esto, aunque algunos se nieguen a reconocerla. Son  muchos los niños que necesitan de medicinas para recuperarse de enfermedades, algunas más leves y otras crónicas y con riesgos altos para su vida. Este último caso queda ilustrado en el nombre de Oliver, que con tan solo 8 años, no pudo sobrevivir a su enfermedad por la incapacidad del Estado de cumplir con sus obligaciones. El gobierno no fue capaz de brindarle su derecho a acceder a medicinas que pudiesen ayudarlo a enfrentar su padecimiento. Hoy, se puede decir, que ese Estado vulneró el derecho a la vida de Oliver, quien como muchos otros no pudo continuar con la lucha contra su enfermedad.

Me atrevo a decir que el día de hoy la enfermedad más grave que padece Venezuela es la insensibilidad del gobierno a enfrentar la agonía de un pueblo hambriento, enfermo y que está en peligro de ser víctima de la violencia urbana en cualquier momento. Venezuela está enferma de muerte. Por eso, iniciativas como la que inició Celiner Ascanio, a través del portal Change.org, tienen tanto sentido. Son destellos de esperanza en medio de tanta oscuridad, dan oportunidad de ejercer  acciones de resistencia ciudadana que permitan hacer algún tipo de presión sobre otras instancias que puedan aportar soluciones a este desastre. 

El enlace es el siguiente:  No más muertes: insistamos en la ayuda humanitaria de medicinas para Venezuela Solo debes poner tu firma, correo electrónico, lugar de residencia y decidir si quieres compartirlo con tus amigos a través de las redes sociales.

Este coro de voces, destinado a solicitar ayuda debe hacerse cada vez más fuerte, más audible. En palabras de Nelson Mandela: 

Muchas personas que conviven con la violencia casi a diario la asumen como consustancial a la condición humana, pero no es así. Es posible prevenirla, así como reorientar por completo las culturas en las que impera. En mi propio país, y en todo el mundo, tenemos magníficos ejemplos de cómo se ha contrarrestado la violencia. Los gobiernos, las comunidades y los individuos pueden cambiar la situación.