Caracas, 12 de marzo
de 2016
Juan A. Marcano C
@juanmar92c Hospital Universitario de Caracas #Huc Mi paciente se murió porque no hay FUROSEMIDA#CrisisHumanitaria |
Colita de rana
Si no sanas hoy
Sanarás mañana.
Cuando un hijo enferma el tiempo
se detiene para sus padres. Nada importa más que ver al niño sano. Pilas de
ropa sucia se acumulan al fondo del lavadero, platos sin lavar, no hay trabajo,
no hay escuela. Como de la nada emergen energías titánicas y dejamos de dormir
y hasta nos saltamos las comidas. Nada importa. Solo que baje le fiebre, cese
el dolor, verlo sonreír de nuevo. Ver a nuestro niño feliz.
La enfermedad nos conecta con la
inminencia de la pérdida, nos invita a ejercer nuestro rol de cuidadores en su
nivel más extremo. Nuestros chiquitos son vulnerables. Esa energía vital que
despiden cada día con sus juegos, sus travesuras y su quehacer diario, nos hace
olvidar que son pequeños y que necesitan tanto de nosotros, de nuestros
cuidados. Nos hace reconciliarnos con nuestros padres, quienes en momentos de
sufrimiento pasaron noches en vela como nosotros, dándonos todo el afecto y amor que estaba en sus manos , y
quizás apelando a fórmulas que aprendieron, a su vez, de nuestros abuelos, de
sus familias.
Nuestros temores más profundos
quedan expuestos y confundidos en el dolor de nuestros pequeños. El de ellos,
el nuestro… Allí es cuando nuestro médico, pediatra, surge como un mago
maravilloso que nos tranquiliza, que le pone nombre y tratamiento a la
dolencia. Nos dice: Hay camino, tranquilos, solo sigan caminando, esperando.
Hasta hace un año esto fue así,
nuestra querida pediatra nos daba una solución y la medicina emergía como la
solución que nos acompañaba en el camino de recuperación. Pero ahora es
diferente, ya el mago se quedó sin parte de su magia, esas medicinas no se
encuentran, ni siquiera las más simples: Acetaminofen, Ibuprofeno… De los más
complejos, ni hablar: Amoxicilina, Cefixima, Monohidrato de cefadroxilo... Vacunas, antialérgicos, Budesonida,
Salbutamol. Entonces, si tienes a tu
niño con temperatura de 39 grados centígrados, sabes lo que debes hacer. Corres
a tu despensa y descubres que la reserva que tenías de acetaminofen se venció
hace 6 meses. Sabes que si corres a las farmacias te mirarán con lástima y te
dirán que hace meses que no llega. Apelas a los amigos cercanos, pero mientras
tanto le tienes que dar el remedio vencido, a riesgo que no sea efectivo, que
la temperatura no baje, pero es lo que tienes. Algún alma caritativa decide
donar su reserva de medicina, pidiéndote que cuando la tormenta pase, se la
puedas reponer. No quiere el dinero, necesita la medicina, ya el dinero no vale
de nada. La fiebre persiste, la infección es importante, y solo ruegas que la
reserva que tienes pueda aguantar hasta el final de esta jornada.
Solo quien ha pasado por esta hazaña sabe de lo que estoy
hablando, logra entender la ANGUSTIA que supone transitar este camino de
obstáculos y solo apelar a la buena fe de las personas queridas para sanar a tu
pequeño. Y solo estoy describiendo la angustia por una fiebre, alguna infección
menor; ni siquiera puedo imaginar el horror que puede pasar una madre o un
padre cuando su niño tiene algún tipo de cáncer o enfermedad grave, que
requieren de tratamientos sostenidos en el tiempo y muy costosos. Ni siquiera
puedo imaginar el sufrimiento de ver a sus hijos agonizar lentamente sin tener
alguna respuesta de nadie, en especial del Estado.
Este Estado está incumpliendo con sus funciones de garantizar
el derecho a la salud de sus ciudadanos, en especial de los más pequeños. El
artículo 41 de la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA)
establece que:
Todos los niños y adolescentes
tienen derecho a disfrutar del nivel más alto posible de salud física y mental.
Asimismo, tienen derecho a servicios de salud, de carácter gratuito y de la más
alta calidad, especialmente para la prevención, tratamiento y rehabilitación de
las afecciones a su salud
Y en su parágrafo
Primero establece que:
El Estado debe
garantizar a todos los niños y adolescentes acceso universal e igualitario a
planes, programas y servicios de prevención, promoción, protección, tratamiento
y rehabilitación de la salud. Asimismo, debe asegurarles posibilidades de
acceso a servicios médicos y odontológicos periódicos, gratuitos y de la más
alta calidad.
Y luego en el segundo establece que:
El Estado debe
asegurar a los niños y adolescentes que carezcan de medios económicos el
suministro gratuito y oportuno de medicinas, prótesis y otros recursos
necesarios para su tratamiento médico o rehabilitación.
Y no solo incumple su función
sino que niega la realidad para justificar su maltrato, su negligencia. Ya el
mes pasado negaron las medidas preventivas por el desabastecimiento de medicamentos para niños, demanda que fue
introducida por Cecodap ante el Tribunal Décimo Cuarto de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación
de Protección de Niño. Apelando al artículo 42 de la LOPNNA donde se establece que los padres también tenemos la responsabilidad de
garantizar la salud de los niños.
Así de simple, no importa que
usted como papá o mamá se haya paseado por todos los lugares recónditos del
país, haya apelado a la buena voluntad de todos sus amigos y familia, haya
tocado la puerta de todos los centros de salud posibles. Eso no importa, según
este tribunal, el que usted no haya encontrado la solución es SU problema, no
del Estado. Y si eso no fuese suficiente, establecen que no hay pruebas
suficientes para que ni siquiera se tomen la molestia de investigar el gran
número de menores que han fallecido por falta de medicinas y servicios de salud
pública adecuados para solucionar su dolencia. Usted, yo, ninguno seremos una
evidencia, un dato, si eso no beneficia a la imagen política del Estado. Tan
simple y macabro como esto. Su muerte y la mía no importan. Importa la mentira
institucionalizado como medio para sostener la revolución, el proyecto: Este
GRAN fracaso llamado Chavismo.
Hasta el día de hoy se sigue
esperando por una respuesta a la apelación. Oh si, hubo apelación, en Cecodap
somos testarudos. Y es que a los derechos no se puede renunciar (Artículo 12,
LOPNNA)
y por tanto se necesita alzar la voz por aquellos que dentro de su dolor y
confusión no logran hacerlo.
Y quizás esta historia no fuese tan dramática si añadido a la negación de la situación de escasez de medicamentos por parte del Tribunal Décimo Cuarto de Protección del niño, se suma la negativa de los diputados del bloque oficialista (que apoyan al gobierno) de aceptar las donaciones de medicamentos e insumos de la Organización Mundial de la Salud y de particulares en el extranjero. Se negaron hace dos días, cuando se discutió en la Asamblea Nacional, la necesidad de decretar un estado de emergencia humanitaria debido a la crítica situación en la que se encuentra el sistema de salud en Venezuela. Esto, como una medida que permita aceptar ayuda humanitaria de otros países, lo cual permitiría comenzar a acceder, por lo menos, a algunas medicinas que son indispensables para garantizar no solo el estado de salud, sino la vida de muchas personas.
Y quizás esta historia no fuese tan dramática si añadido a la negación de la situación de escasez de medicamentos por parte del Tribunal Décimo Cuarto de Protección del niño, se suma la negativa de los diputados del bloque oficialista (que apoyan al gobierno) de aceptar las donaciones de medicamentos e insumos de la Organización Mundial de la Salud y de particulares en el extranjero. Se negaron hace dos días, cuando se discutió en la Asamblea Nacional, la necesidad de decretar un estado de emergencia humanitaria debido a la crítica situación en la que se encuentra el sistema de salud en Venezuela. Esto, como una medida que permita aceptar ayuda humanitaria de otros países, lo cual permitiría comenzar a acceder, por lo menos, a algunas medicinas que son indispensables para garantizar no solo el estado de salud, sino la vida de muchas personas.
A estas alturas, este tipo de actuaciones por parte de los funcionarios del Estado, además de ser ridículamente proselitistas, son cómplices de un delito. Con sus acciones están avalando el incumplimiento de uno de los deberes máximos del Estado y están haciendo caso omiso a las alertas de emergencia que llegan de la “realidad”, de su “pueblo” , donde hay gente sufriendo, padeciendo cada día por la impotencia de no poder acceder a un derecho básico como la salud. Y que sabe que de no cumplirse este, se pone en peligro el derecho fundamental más importante de todos: La vida.
Mientras tanto seguiremos cantando para aliviar a nuestros pequeños y para acallar nuestros propios temores:
Sana, sana
Colita de rana
Si no sanas hoy
Sanarás mañana.
Ojala haya un mañana
Me llegó a lo más profundo tu artículo Ale, porque lamentablemente es nuestra triste realidad... Pero siempre me consuela saber que TODO PASA, lo bueno y lo malo también; nos ha tocado vivir y padecer situaciones muy tristes y crueles para con nosotros y lo que más duele para con nuestros hijos, peeeero TODO PASA, nada es eterno.
ResponderEliminarAsí es Chele, todo pasa. Pero es importante que no se nos olvide nada de todo esto que hemos estado viviendo, que después que esto termine no vengan falsos profetas a maquillar el pasado. Ya nos ha tocado vivirlo. Un abrazo
EliminarLo más terrible de esta situavción, especialmente para todas aquellas familias quienes han perdido a sus hijos o han pasado por la angustia de ver como sus niños tienen complicaciones de salud por no conseguir los medicamentos oportunamente, es que la salud se ha convertido en todo un negocio, no se aceptan donaciones o ayudas humanitarias porque les tumbarían el tremendo negoción que el gobierno tiene con la importación de medicinas desde países que no garantizan la calidad del producto importado. Triste, no?
ResponderEliminarCon respecto a tu comentario Alix, te dejo esta noticia: http://www.el-nacional.com/sociedad/hospitalizados-posible-efecto-adverso-quimioterapia_0_812319108.html
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